Hablar de Derecho del Arte supone tener en cuenta muchos elementos relacionados con este sector que habitualmente pasan desapercibidos.
En primer lugar, implica abordar del Arte desde una perspectiva omnicomprensiva y totalizadora que alcance todos los aspectos del sector, y que no se identifican exclusivamente con la compraventa de obras de arte. En segundo lugar, exige no perder de vista el factor humano presente en este contexto y mostrar una actitud flexible que se aproxime a la realidad del individuo. Al fin y al cabo, el Arte es un “hecho vital” por el que los artistas se expresan y se comunican, y los espectadores interpretan y se conmueven.
Pero al mismo tiempo, se trata de un ámbito donde las implicaciones jurídicas se concentran, y estos aspectos son los que muchas veces pasan desapercibidos, bien porque se desconocen, bien porque se incardinan en un complejo entramado jurídico difícil de manejar.
El Derecho Cultural
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Siendo el arte una manifestación de cultura, las nuevas líneas de trabajo en la esfera internacional tienden a defender un enfoque globalizador de esta materia y abordar su análisis, estudio y desarrollo dentro de una estructura más amplia y compleja que toma la cultura y su realidad jurídica como eje de articulación. De este modo surge el Derecho Cultural, del que el Derecho del Arte es parte indisociable.
El Derecho Cultural es una especialidad que aborda la cultura como un todo y analiza esta realidad desde un enfoque jurídico.
Se trata de una disciplina relativamente reciente que surge como campo de especialización jurídica para tratar todas las cuestiones relacionadas con el arte y la cultura en las que el derecho juega un papel fundamental. Aquí tienen cabida cuestiones de suma transcendencia como el derecho constitucional de acceso a la cultura, la cultura como factor de desarrollo humano y colectivo, la protección del patrimonio cultural de las sociedades y su vinculación con los derechos humanos, la cooperación internacional hacia la salvaguardia de las manifestaciones culturales y la diversidad cultural, las medidas de conservación de la cultura en el contexto de la globalización socio-económica, etc.
Más allá de las soluciones particulares al caso concreto, que obviamente nos preocupan especialmente, Artworld Law quiere hacer hincapié en el discurso subyacente que explica el sentido de una determinada respuesta al supuesto en conflicto. No olvidemos que en la regulación de estas cuestiones, el arte y la cultura se vinculan al individuo y su colectividad, y esto exige contemplar los acontecimientos desde la perspectiva de las relaciones humanas y su razón de ser en el conjunto de la sociedad.