Una normativa para los copistas del Prado
Cuando visitamos un gran museo que alberga obras mundialmente conocidas es frecuente encontrar en sus salas algunos artistas que practican sus habilidades copiando a los grandes maestros. Es inevitable no pararse a contemplar cómo se desarrolla este hermoso proceso y detenerse en los detalles que el copista ha decidido reproducir. Esta experiencia en directo nos hace ganar consciencia de lo mucho que entraña ejecutar una pintura, de los años de estudio que hacen falta y de la dedicación y entrega que requiere ser un buen artista.