Ser propietario de una colección de arte reporta sin lugar a dudas muchas satisfacciones personales, pero exige al mismo tiempo responsabilidad y la puesta a disposición de medios necesarios para su mantenimiento, conservación y crecimiento.
Ser propietario de una colección de arte reporta muchas satisfacciones, pero exige responsabilidad y recursos.
Habitualmente los coleccionistas privados suelen iniciar sus colecciones con un fin de disfrute personal, pero muchas veces esta idea inicial se transforma con el tiempo en el deseo de compartir con el gran público estos fondos o cederlos a una institución afín a su visión del conjunto.
Legados de artistas
Nuestros servicios se extienden al ámbito de la protección y gestión de legados artísticos, asegurando que las obras y el espíritu creativo de los artistas trasciendan generaciones. Colaboramos estrechamente con familias, fundaciones y herederos para salvaguardar la integridad y visión del artista en cuestión. A través de estrategias legales y tecnológicas, perpetuamos su influencia, permitiendo que su legado continúe inspirando y enriqueciendo el mundo del arte. Nuestra misión es asegurar que el legado de los artistas sea celebrado y protegido, manteniendo viva su contribución invaluable a la expresión creativa y cultural.
Por otro lado, las colecciones de carácter institucional nacen como puesta en marcha de alguna de las líneas que constituyen la misión de la institución y se concretan en un fondo de arte en constante crecimiento con el que encauzar la inversión en cultura, centrándose en un factor que se quiere potenciar particularmente. Esto es habitual en los fondos de arte de las fundaciones bancarias, donde se suele invertir en arte contemporáneo de factura nacional, así como en las fundaciones surgidas para gestionar el patrimonio cultural de su fundador, lo que muchas veces ocurre tras su fallecimiento, por mencionar sólo un par de ejemplos.
En todos estos casos, la gestión de colecciones requiere de una inversión de recursos y, además de los propios, es posible optar a ayudar públicas cuando se reúnen determinados requisitos. En este contexto es imprescindible conocer la naturaleza de la colección, el carácter de su titular y las necesidades del conjunto para obtener los medios más apropiados a su conservación. Por otro lado, conviene no olvidar que en numerosas ocasiones estos conjuntos significativos acaban por convertirse en bienes del patrimonio artístico nacional, y esto implica la asunción por el propietario de una serie de derechos y obligaciones derivados de la legislación específica que resulta de aplicación.
En el área de la gestión de colecciones, surgen cuestiones como:
► Ayudas públicas para el mantenimiento, conservación y accesibilidad de la colección
► Régimen jurídico aplicable al titular de la colección según su naturaleza
► Gestión del patrimonio artístico y cultural custodiado por entidades religiosas
► Obtención de recursos mediante patrocinio y mecenazgo
► Rentabilización del fondo de arte propio
► Obligaciones de acceso público a la colección para ciertos fines previstos en la norma
► Creación de fundaciones y otras instituciones no lucrativas para la gestión de las colecciones
► Convenios de colaboración con instituciones públicas o privadas para el mantenimiento, conservación y difusión del fondo
► Solicitudes de cesión o préstamo de obra para exposiciones